Campos de Luz y Muerte

En la Plaza Lídice de la Alcaldía La Magdalena Contreras se conmemora la Masacre de Lídice que ocurrió el 10 de junio de 1942, cuando soldados nazis arrasaron con la aldea como venganza por la resistencia de Checoslovaquia durante la ocupación alemana.

La masacre de Lídice fue la respuesta de la Alemania nazi a lo que se conoce como la operación Antropoide: el atentado a Reinhard Heydrich, residenciado en el Castillo de Praga mientras ejercía su cargo como Protector de Bohemia y Moravia, anexadas al Tercer Reich. Una carta levantó la sospecha en la Gestapo de que había una conexión entre una de las familias de Lidice y los comandos checos a cargo del atentado. Pese a que se no encontró evidencia alguna de tal relación, los nazis ejecutaron su venganza llevando al pueblo a cenizas.

Los niños, por su parte, fueron llevados al gueto de la calle Gneisenau en Łódź( Polonia) Los niños que podrían ser objeto de“arianización” fueron enviados a Alemania;  los 82 restantes fueron asesinados  hoy hace 75 años en el campo de exterminio de Chelmno.

En la actualidad, en Checoslovaquia resurgió Lídice. La aldea fue reconstruida a 500 metros del lugar ocupado por la anterior. Viven ahora allí más de 400 personas, entre ellos siete sobrevivientes de la masacre, por no estar en el pueblo al momento de realizarla.

El 31 de agosto de 1942, el pueblo de San Jerónimo Aculco, en La Magdalena Contreras, se dividiría para ser nombrado San Jerónimo Lídice, como homenaje a los caídos en la matanza cometida por los nazis.

La historia de Lídice que en este mural inicia del lado izquierdo con lo obreros, continúa con las alambradas, las bombas dirigidas, los niños sacrificados, el dolor, la muerte.

Al centro se encuentran tres personajes muy importantes. Adelante la madre de Lídice, la madre checa, protegiendo a sus hijos poniendo una mano hacia adelante deteniendo los ataques de la guerra. A un lado está el primer demócrata de la República Checa, el presidente e Tomáš Masaryk y a su lado el gran escritor Franz Kafka.

Continúa del lado derecho el tanque de guerra pisoteando al pueblo, los niños que seguramente van a ser germanizados, la bandera de nuestro país  como símbolo de afecto y cariño por la República Checa y la Madre en la esperanza de no ser, seguramente, germanizada, secuestrada o ultrajada en nombre de muchos compromisos políticos, sociales y religiosos.

Siguen los niños en la esperanza de que la guerra se detenga, se rompen los símbolos de la hoz y el martillo y el gran guerrero que invade los pueblos como una bestia con garras va deteniendo a la mujer y la va aprisionando, pisoteando con las botas del poder.

Los salientes del muro corresponden a los niños y a los guerreros, a aquellos ejércitos que pisoteaban al pueblo. La bestia del poder reflejada en negro y abajo las tumbas, las grandes fosas donde aventaban los cadáveres y continúan las alambradas con los textos que rezan: «Aquí nació Lídice y aquí fue arrasado Lídice».

Pero no queda ahí el mural, se vuelve a encontrar en el presente y en la esperanza del pueblo checo, en esa familia que regresa buscando el sol de la esperanza, quieren recuperar a su pueblo como lo han recuperado y como volvió a nacer Lídice: en grandes campos de flores.

¡Viva Lídice!  ¡Viva México!